La pasamos por todos, la estuvimos tocando, oliendo, mirando... y cuando terminamos Zoe nos dijo que si la poníamos al sol, se abriría y nos daría piñones.
Decidimos ponerla cerca de la ventana para que le diera el sol pero en las siguientes semanas nos dimos cuenta que cuando daba el sol por la ventana, teníamos que bajar las persianas, así que decidimos dejarla en el baño, que allí la persiana estaba siempre subida.
A la vuelta de las vacaciones de Navidad, ya en Invierno, Arancha nos propuso colocar la piña encima del radiador, en clase, para ver si así se aceleraba el proceso y cuá fue nuestra sorpresa cuando entramos en clase el jueves 9 de febrero, nos damos cuenta que ha abierto y que tiene piñones.
Lo pasamos para que todos lo toquemos, olamos, miremos... y decidimos que se lleve Zoe la piña a casa y aproveche los piñones, ya que en clase no se pueden comer.
Nos ha gustado mucho ver el proceso de maduración de la piña.
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